A partir de la sanción en Uruguay de la ley que regula la producción y venta de la marihuana el pasado 10 de diciembre, el gobierno canadiense contactó a las autoridades uruguayas con fines de comercializar la planta.

En el país norteamericano, 25 mil personas están autorizadas a consumir debido a tratamientos médicos especialmente recomendados por instituciones médicas, aunque la producción en aquel país está privatizada.

Los canadienses importan cannabis desde Holanda, mientras que los pacientes con prescripción médica pueden, desde marzo pasado, adquirir una variedad de cepas de marihuana de fabricantes con licencias.

La legislación canadiense establece que los individuos no tienen permitido cultivar marihuana en sus hogares para uso personal, sin embargo, su uso como terapia contra el dolor la ubica al alcance de quienes padecen graves dolencias a una tarifa de unos 5 dólares el gramo.

Según informó el periódico El Observador de Uruguay, los contactos se dieron como consecuencia de la aprobación de la ley que regula la producción y venta de la marihuana, el pasado 10 de diciembre, aunque no hubo avances concretos.

El interés de distintos laboratorios privados en adquirir la marihuana que producirá Uruguay ya fue manifestado, pero aún resta esperar un período de 120 días, en el que deberá reglamentarse la ley para su entrada plena en vigencia, según informó el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada.

"Es verdad que nos han consultado para instalarse en Uruguay, lo que implica un gran desafío. Es muy importante por todo lo que significa. Si bien no era un objetivo de la ley, Uruguay se transforma en un polo de biotecnología. Es un área de enorme competencia pero que está en pleno desarrollo", consideró en tanto el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa.

El tipo de marihuana que se venderá tendrá una identificación molecular para distinguirse de aquella que venden los narcotraficantes y para evitar que se ingrese en el mercado negro, estableció el presidente uruguayo "Pepe" Mujica luego de la aprobación de la norma que pone bajo regulación estatal la producción y venta a usuarios residentes y registrados de la marihuana, con un tope de 40 gramos por mes y que admite el autocultivo y la formación de clubes de cannabis con hasta 45 miembros.