Visitar el Puente de las Artes en París es un clásico para las parejitas que eligen demostrar su amor dejando un candado con sus nombres o iniciales enganchado en las barandas del mismo. Pero parece que  la práctica de "amor eterno" puede desaparecer o al menos pasar a estar restringida ya que el último domingo una de las alambradas cedió ante el peso de los cientos de candados que pendían de la misma.


El puente, que atraviesa el río Sena a la altura del Museo del Louvre,  reabrió este lunes al público, y no tardaron en llover las críticas sobre la "cuestión estética y de seguridad" que representan los candados en el puente.


Los "candados del amor" son dejados por parejas que luego arrojan la llave al Sena y de esta manera se prometen estar unidos por siempre.  Pero tanto amor y tanto peso hizo que el último domingo se desplomara la alambrada de 2.40 metros sobre la pasarela peatonal, afortunadamente sin causar víctimas entre los transeuntes

El puente fue evacuado inmediatamente y clausurado hasta que se colocó una nueva baranda.  "El amor de los candados" cubre actualmente ambos lados del puente en un recorrido de 150 metros. Una costumbre que empieza a extenderse en otros puentes y ciudades del mundo.