En la noche del miércoles Tyree King,  de 13 años, fue asesinado por un policía de Ohio, quien creyó que el menor portaba un arma de fuego aunque ésta era de aire comprimido con balines.

"Nuestros oficiales llevan un arma que parece prácticamente idéntica a esta", se excusó la jefa de la policía de Ohio, Kim Jacobs que intentó quitarle peso al error del policía : "Resultó no ser un arma de fuego, pero como pueden ver, parece ser un arma de fuego que puede matar".

King fue asesinado a balazos luego que éste corriera junto a otro hombre en una zona en la que se había denunciado un robo. Según la versión policial, los efectivos "intentaron tomarlos en custodia cuando uno de ellos sacó una pistola de su cintura" y posteriormente "uno de los agentes disparó e impactó múltiples veces al sospechoso".

El agente que mató al niño es Bryan Mason que estuvo involucrado en 2012 en un tiroteo en el que le quitó la vida a un hombre aunque una investigación posterior determinó que no hubo abuso de poder. 

El diario The Washington Post publicó que hasta el momento lleva la cuenta de 681 personas fallecidas por disparos policiales en lo que va de 2016. De las cuales 39 iban desarmadas y 26 llevaban pistolas de juguete.

Fuente: Telesur