Un entrenador de fútbol infantil asesinó a un chico de diez años de un disparo y luego se suicidó. Fue en el departamento uruguayo de Lavalleja.

El DT, identificado como Fernando Sierra, de 32 años, había retirado al nene de la escuela a la que concurría, sin el permiso de la madre del chico y se lo había llevado en un auto alquilado.

El chico, informó el diario El País de Montevideo, era el segundo hijo de Luis "Lucho" Romero y de Alexandra Pérez, una agente policial de la Seccional Primera de Maldonado. Ambos tienen otra hija de trece años y estaban separados después de haber sido pareja por cinco años.

Las autoridades hallaron inicialmente el vehículo sobre una ruta, al costado del arroyo Los Chanchos. Luego, cerca del coche, se hallaron la mochila escolar del nene, una billetera con dinero y documentos y tres blísters de calmantes (uno de ellos vacío) que, según fuentes policiales, fue comprado por el hombre en una farmacia en La Barra.

El director técnico se había llevado al chico cerca de las tres de la tarde del jueves de la escuela N° 2 de Maldonado, detalla el diario El Observador. El hombre llegó a la escuela en un Chevrolet Prisma que alquiló horas antes, pese a tener auto propio.

Según informó en conferencia de prensa el jefe de Policía de Maldonado, Erode Ruíz, Sierra era para el nene una "figura paterna" que normalmente lo iba a buscar a la escuela. El entrenador y el chico pasaban fines de semana juntos y el año pasado se fueron juntos diez días de vacaciones a Camboriú, Brasil.

Otras fuentes citadas por El Observador señalaron que el director técnico asistía a las reuniones de padres en la escuela del nene y que era para todos la pareja de la madre del chico.

Según contó Ruíz, el chico había comenzado un tratamiento psicológico del que había surgido la recomendación hacia su madre de que no dejara a su hijo a solas con el hombre. La mujer no dio a conocer las razones de esa restricción.

Relata el diario El País que cuando la mujer recibió esa sugerencia, se encontró con el DT y le dijo, con firmeza. "Mirá Fernando, las psicólogas me advirtieron que no podés volver a estar a solas con Felipe. Tomalo como quieras. Pero tenés que aceptar esto que te estoy planteando. Te lo pido por favor".

A lo que Sierra respondió que si no podía ver más al chico, se mataría.

En los últimos meses, ella había notado cambios en la personalidad de su hijo.