El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mete de lleno en la polémica ya que este miércoles anuncia el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, reconociéndola como capital de Israel.

Actualmente la embajada se encuentra en Tel Aviv, y la decisión de Trump vuelve a recalentar el conflicto israelí- palestino ya que estos últimos reivindican la triple (para cristianos, judíos y musulmanes) Ciudad Santa como capital de su futuro Estado.

Desde la Casa Blanca señalaron que Trump "reconoce que las fronteras específicas de la soberanía israelí en Jerusalén estarán sujetas a negociaciones de estatus final" con los palestinos, y seguirá apoyando el "statu quo en el Monte del Templo" o Explanada de las Mezquitas, situado en la parte palestina de la ciudad.

De esta manera Estados Unidos se convertirá así en el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, donde ningún Estado tiene su embajada debido a que, tras la anexión israelí de la parte oriental de la ciudad en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirarse de la Ciudad Santa.

A pesar de las fuertes críticas internacionales que se suscitaron, Trump ordenará al Departamento de Estado que "comience un proceso" para trasladar a Jerusalén la embajada estadounidense en Israel, pero ese proceso llevará "años" (entre 3 y 4), han explicado las fuentes estadounidenses.

La Casa Blanca justifica su decisión en "un reconocimiento de una realidad, tanto histórica -Jerusalén ha sido la capital del Estado judío desde la antigüedad- como moderna, porque ha sido la sede del Gobierno israelí desde la fundación moderna de ese Estado en 1948", según han indicado  las fuentes citadas.

La Administración Trump no cree que el anuncio pueda perjudicar las perspectivas de un proceso de paz en la región, a pesar de que los palestinos han advertido de las "peligrosas consecuencias" de la medida. 

Sin embargo, el presidente, Hasan Rohani, llamó a los países de la región a "romper relaciones" con Israel y criticó a algunas naciones musulmanas por haber "revelado desvergonzadamente su cercanía" con el gobierno israelí.

Mientras que el grupo terrorista palestino Yihad Islámica amenazó a Trump y llamó a los palestinos a unirse en su contra. Por su parte, el líder de Hamas, Ismail Haniya, advirtió que si los Estados Unidos hacen efectiva esa resolución significaría "cruzar todas las líneas rojas" y convocó a los palestinos a salir a las calles para "expresar su ira". 

Divisiones

El 15 de mayo de 1948 se inició la primera guerra árabe-israelí. Este conflicto llevó a la división de la ciudad: Jerusalén Este, bajo control árabe; y Jerusalén Oeste, en manos de Israel.

El poder de la parte oriental lo tuvo Jordania hasta 1967, esta zona que incluía la Ciudad Vieja y los lugares sagrados. Pero ese año, tras la Guerra de los Seis Días (entre el 5 y 10 de junio), el control pasó a manos de Israel cuyo Parlamento  aprobó una ley para brindar protección a los lugares sagrados. A través de esa medida, se garantizaba el acceso a los fieles de todas las religiones.

Es una triple ciudad Santa ya que para los cristianos, allí tuvo lugar la vida, pasión y muerte de Jesús, y es el lugar donde su cuerpo fue enterrado. Para los judíos es el lugar donde se encuentra la sagrada piedra de Abraham, mientras que para los musulmanes es desde donde Mahoma fue elevado al cielo.

En 1993, en el marco de los acuerdos de Oslo, Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) acordaron que el estatus de la ciudad sería discutido en etapas más avanzadas de la negociación aunque no hubo acuerdo, a pesar de la mediación en ese entonces del presidente estadounidense, Bill Clinton.