Triste realidad: más de 4.000 japoneses viven en box de escasos metros en cibercafés
A raíz de una encuesta realizada por el Gobierno de Tokio lanzó datos estremecedores, donde personas desempleadas luego de la crisis del 2008 viven en establecimientos de no más de dos metros cuadrados por un precio barato.
Recientemente el Gobierno de Japón realizó una encuesta donde recibió la información que 15.000 personas usan diariamente para dormir ciberscafé, populares para jugar vídeo juegos o ver películas; y que 4.000 de ellos son llamados "los refugiados de los cibercafé", porque se convirtió en su vivienda.
La encuesta se realizó entre 2016 y 2017, y unas 3.000 personas duermen en espacios de no más de un par de metros cuadrados y son trabajadores esporádicos que no cuentan con recursos suficientes para alquilar una vivienda y su única solución fue los cafés de manga e internet que son económicos para pernoctar.
Los precios de alquiler oscilan entre los 11 y 14 dólares, y en la capital nipona los cibercafé abundan y ofrecen todo tipo de servicios: bebidas, ordenadores, televisores, servicio de alquiler de películas hasta comida rápida.
Estos espacios de no más de un par de metros cuadrados suelen estar equipados con una silla reclinable, un ordenador y una colchoneta sobre la que descansar, aunque su tamaño y precio pueden variar según el establecimiento.
Cerca de un tercio de los encuestados afirmaron que se habían quedado sin hogar después de perder su trabajo y que la falta de ingresos estables y los altos costos iniciales les impiden alquilar una habitación.
Entre este grupo, un 38,5%, se encuentran en la treintena y, según el informe, muchos de ellos perdieron su trabajo durante la crisis económica de 2008, mientras que aquellos que se encuentran por encima de los 50 se han visto afectados por las dificultades para competir con trabajadores más jóvenes.
"No ganan lo suficiente como para tener un lugar en el que vivir, pero tampoco tienen derecho a ayudas, ya que no reciben ningún ingreso", explicó Ren Ohnishi, portavoz de la ONG Moyai, en declaraciones a Japan Times.