La candidata francesa del Partido Nacional, Marine Le Pen descendió del auto que la llevó hasta la ciudad de Dol-de-Bretagne y comenzó a saludar a algunos de los presentes.

Sin embargo, se empezaron a escuchar algunos gritos como "No queremos fascistas" y "No tenés nada que hacer acá" mientras le revolearon unos huevos.

Su personal de seguridad actuó rápidamente y lograron ponerla a resguardo de las agresiones en una Francia que espera con ansias los resultados del próximo 7 de mayo.