Qué pasó con el nene que intentaban ingresar ilegalmente adentro de una valija
Fue en mayo de 2015 cuando la noticia sorprendió al mundo en el momento en el que autoridades del puesto fronterizo del Tarajal, en Ceuta, descubrieron en los escáneres a Adou, de 8 años, encerrado en una maleta.
La historia dio la vuelta al mundo. Una familia africana dividida tratando de llegar a Europa y que tomó la terrible decisión de meter a uno de los hijos en una valija detectado cuando la pasaron por el escaner de un puesto fronterizo en España.
Pero ¿qué pasó con Adou? que en ese momento tenía 8 años. El padre del niño, Alí había llegado a España con una patera- una embarcación frágil- construida por él y otros migrantes. Después de varios años, idas y vueltas administrativas, el hombre logró llevar a su mujer e hija a ese país pero no logró conseguir los papeles para Adou.
La Subdelegación del Gobierno en Las Palmas rechazó la petición alegando que Ali, que entonces tenía un trabajo estable y una vivienda en España, no disponía de recursos suficientes para mantener a toda la familia. La diferencia económica por la que le negaron la entrada de su hijo fue tan solo por "56 euros".
Entonces Alí tomó la decisión de poner al pequeño en manos de unos traficantes y así lograr que entre de manera ilegal - tras el pago de 5 mil euros- ya que su abuela, la que lo cuidaba, había fallecido recientemente en su nativa Costa de Marfil.
Alí jamás imaginó que los traficantes iban a poner a su hijo en una valija para ingresarlo al país. "Hola, me llamo Adou", fue lo que expresó en francés el pequeño cuando abrieron la maleta unos atónitos guardias del puesto fronterizo.
El niño iba descalzo y sin pantalones y había sido llevado hasta el lugar por una chica marroquí de apenas 19 años. Tras las pertinentes pruebas de ADN, su padre fue detenido en España donde pasó 32 días en la cárcel.
Después de que el pequeño fue enviado a un centro de menores, luego pudo reunirse con su madre. Pero el estigma de ser "el niño de la maleta" se hizo sentir en Adou cuyos padres decidieron mandarlo junto a su hermana, Lucie, a París a vivir con un pariente lejano.
Alí tuvo que quedarse en España ya que se le retuvo el pasaporte a la espera del juicio por el caso de su hijo. El hombre ahora vive ahora en Bilbao con unos amigos donde hace changas pero espera poder encontrar un trabajo estable y aprovechar que es políglota, habla cinco idiomas y en Costa de Marfil era profesor de francés.
"Él (Alí) quiere que sea médico, pero yo quiero ser futbolista, como Messi, y jugar en el Barcelona o en el París Saint-Germain", relató Adou en una entrevista que fue publicada en el libro "El niño de la maleta" del periodista Nicolás Castellano.
"La gran reflexión que hay que hacer es qué ocurre en la legislación española con la reagrupación familiar para que se tenga que acudir a estas vías desesperadas", afirmó Castellano, para quien "las directivas europeas, cada vez más restrictivas, están alimentando a las mafias". Y agregó: "Hablamos de este caso porque había una foto impactante, pero miles de familias pasan por situaciones parecidas".
Fuente: El País