Por primera vez en la historia un exfutbolista va a presidir un país
El único africano ganador del Balón de Oro, George Weah, es el nuevo presidente electo de Liberia tras una campaña basada en educación gratuita desde los primeros niveles y la creación de más y mejores fuentes de trabajo.
Finalmente, tras una segunda vuelta, el exfutbolista George Weah será el presidente de Liberia con el 98 por ciento de los votos escrutados.
Según los resultados provisionales anunciados hoy por la Comisión Electoral Nacional (NEC) del país, Weah, del Congreso por el Cambio Democrático (CCD), obtuvo el 61,5 % de lo votos frente al 38,7 % del actual vicepresidente, Joseph Boakai, del Partido de la Unidad (PU).
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 10 de octubre, Weah había ganado los comicios con el 38,4 % de los votos (con mayoría en 11 de los 15 condados), mientras que Boakai quedó en un segundo puesto con el 28,8 % de los sufragios.
Weah sustituirá a la actual presidenta de Liberia, la primera y única mujer en presidir una nación africana, la premio Nobel Ellen Johnson-Sirleaf, que está en el cargo desde 2005.
El único Balón de Oro africano (1995) recibe la herencia de un país que consiguió la retirada de la misión de paz de la ONU, activa desde 2003 a 2016, así como la retirada de todas las sanciones que Naciones Unidas había aplicado al país tras las devastadoras guerras civiles (1989-1996 y 1999-2003).
El programa de Weah- que se convirtió en un ídolo para los liberianos especialmente en la década del 90 por su juego en Mónaco o el París Saint-Germain en Francia y el Milan en Italia- apuntó a la educación y el trabajo como pilares.
Acompañado de su número dos en la candidatura, la ex primera dama Jewel Taylor, Weah espera implementar educación gratuita desde la primera infancia hasta la adolescencia y busca acelerar la creación de empleo. El principal cometido del próximo presidente será mantener la paz en un país que ha sufrido dos guerras civiles (1989-1996 y 1999-2003) que costaron la vida a más de 150.000 personas y que causó centenares de miles de desplazados y refugiados.