Shimon Peres, que murió el pasado miércoles a los 93 años,  fue enterrado hacia el mediodía en el cementerio del monte Herzl de Jerusalén, a unos metros de donde reposa otro Nobel de la Paz, Yitzhak Rabin, el primer ministro asesinado por un judío extremista.

Admirado y odiado, Peres fue uno de los fundadores del Estado de Israel e impulsor de los acuerdos de Oslo que debían allanar el camino a la paz con los palestinos y los árabes.

Entre las presencias internacionales que viajaron hasta Israel están Barack Obama, François Hollande, Ángela Merke, el príncipe Carlos, el rey de España e incluso del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.  

Obama saludó un hombre que trabajó con nueve presidentes estadounidenses antes de él y señaló que Peres le recordaba otros "gigantes del siglo XX", como "Nelson Mandela" o "mujeres como su majestad la reina Isabel" de Inglaterra; aunque también planteó que  la paz por la que soñaba Peres sigue siendo una "tarea inacabada".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu remarcó que en  Peres había un  "gran hombre" para Israel y para el mundo y, girándose hacia el féretro de su ex adversario, le prometió: "Habrá paz, Shimon". 

Uno de los hijos de Peres, Yoni,  hizo reír a la multitud relatando lo que su padre le decía: "Para mi elogio fúnebre, empieza diciendo: 'era muy joven para morir'".


Representación argentina

Por parte del Estado argentino, fue Federico Pinedo- actual titular provisional del Senado- el que viajó para participar de las exequias en Israel. 

Desde primera hora de la mañana Pinedo participó de la ceremonia de recepción a las delegaciones oficiales que ofrecieron las autoridades del Gobierno de Israel, encabezadas por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin. 

El ataúd con los restos del exmandatario recorrió las calles de Jerusalén desde la sede del Knesset (Parlamento israelí), donde fueron velados durante toda la jornada de ayer, hasta el cementerio recibiendo diversos homenajes. 

Fuente: Ámbito Financiero