Pasó 16 años en huelga de hambre y ahora imitará los pasos de Ghandi en política
Irom Sharmila mantuvo su protesta civil en defensa de los preceptos democráticos pero ahora, dará batalla en el campo político para quebrantar una ley que le da facultades excesivas a las fuerzas armadas y que produjeron miles de asesinatos a discreción. Fue la protesta más duradera de la historia.
Irom Sharmila se dio cuenta inmediatamente lo que iba a pasar con la aprobación de la Ley de Facultades Especiales a las Fuerzas Armadas (AFSPA), en 2000. Más precisamente, después de la "masacre de Malom", el 2 de noviembre de ese año los soldados de Assam mataron 10 civiles a tiros en una parada de colectivos. Desde aquel momento, se declaró en huelga de hambre y mantuvo su protesta durante 16 años: este martes anunció en una rueda de prensa la decisión de deponer su actitud y pasar a la acción.
Sharmila protagonizó la protesta más larga de la historia convencida de que en su país los derechos humanos son pisoteados por los militares, pero recién ahora encontró la motivación de saltar a la escena política, en un paralelismo inevitable con Mahatma Gandhi: "Necesito el poder, no hay democracia real (en la India), la política está sucia", sentenció.
En el estado de Manipur, la norma que otorga poderes discrecionales a las Fuerzas Armadas están vigentes desde hace 50 años. Con la promesa de una ''revolución'' de ''cambios positivos'', anunció en una rueda de prensa en el hospital de la capital estatal que se presentará como candidata en las elecciones del año próximo, en el cargo de Jefa de Gobierno en dicho estado.
Sharmila, de 44 años, declaró que quiere "entrar en política" como es reconocida -La dama de hierro de Manipur- y adelantó que intentará "estar a la altura de ese nombre". Apuntada por "algunos grupos radicales" desestimó los señalamientos: "Dejadles que me maten de la forma que mataron a Mahatma Gandhi con la acusación de anti indio", manifestó en relación al político que con novedosas protestas sociales pacifistas, encabezó la oposición a la explotación británica.
La huelga de hambre, la más duradera que alguna vez se haya concretado, le valió una acusación penal del Gobierno de la India, que consideró la actitud de la activista como un atentado contra su propia vida. Simbólicamente, Sharmila ingirió unas gotas de miel ante la prensa.
"Quiero convencer a todo el mundo para que la sociedad dé pasos positivos. Soy la personificación de la revolución y quiero ser la jefa de Gobierno de Manipur para ayudar a la gente", manifestó consciente de haberse convertido "en un símbolo de resistencia".