Para Londres, los catalanes no gozan del derecho de autodeterminación que sí aplicaría para kelpers
En agosto de este año, la primera ministra británica, Theresa May, reiteró el apoyo de su país al "derecho de autodeterminación" de los habitantes de las Islas Malvinas; un apoyo que no se repitió para los catalanes.
"El Gobierno británico sigue de cerca los acontecimientos que se suceden en Cataluña y en España y apoyará el cumplimiento de la ley y de la Constitución", aseguró Alan Duncan, Ministro de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones para Europa y las Américas.
De esta manera, Londres sentó posición sobre la posición separatista y la intención de declarar unilateralmente la república catalana.
Por su parte, Josep Borrell, exministro catalán y expresidente del Parlamento europeo (2004 y 2007) señaló que "Cataluña no se puede permitir salir del euro y de la Unión Europea y no basta con decir que ya nos arreglaremos porque los tratados de la Unión Europea (UE) no se aplicarán a una Cataluña independiente por declaración unilateral ni la comunidad internacional la reconocerá como Estado".
Pero lo llamativo es que el militante del Partido de los Socialistas de Cataluña destacó además los casos en los que la ONU reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos en territorio colonial como era India y Reino Unido; territorio invadido como los países Bálticos y la ex Unión Soviética; además del territorio con sistemática violación de los Derechos Humanos, como Kosovo y Yugoslavia. "No siendo aplicable al caso de Cataluña y España", planteó Borrell que no mencionó en ningún momento el tema Malvinas donde, desde Londres, abogan por la "autodeterminación de los kelpers".
Fue a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando al crearse Naciones Unidas (1945), que comenzó a evaluarse la colonización desde una nueva perspectiva que fue mutando a lo largo de las décadas para transformarse una especie de Golem que se volvió contra sus creadores.
El requisito esencial para pensar la autodeterminación es el de reconocer, al pueblo en cuestión, su preexistencia a la formación de los Estados nacionales en los que residen; algo que Londres considera viable en el caso de la población trasplantada en las Malvinas pero no así en el territorio catalán cuyo pueblo está presente en ese territorio desde hace siglos.