En uno de los discursos más esperados en la 68ª Asamblea General de la ONU, Barack Obama le tendió una mano a Irán con respecto a la "paz en la región".

De esta manera, el presidente afirmó que le dio precisas instrucciones al secretario de Estado, John Kerry, para que establezca un pacto con Irán y, de esta manera, negociar el desarme nuclear.

Obama afirmó que "si podemos resolver el programa nuclear iraní podremos ayudar al largo camino para una relación de respeto mutuo e intereses comunes”.

A un mes de estar al borde de una nueva intervención en Oriente, Obama puso paños fríos en su discurso y dijo que "hay que intentar un camino diplomático".

Sin embargo, amenazó: "EE.UU. está dispuesto utilizar lo que esté a nuestro alcance para proteger nuestros intereses, vamos a desmantelar las redes terroristas, tomaremos medidas directas".

Sobre Siria fue un poco más tajante y pidió "una resolución fuerte de Naciones Unidas que obligue a Assad a cumplir con su compromiso" de desarme químico.

También apuntó contra las mismas Naciones Unidas, cuando afirmó que si no obligan a Assad a cumplir, "estaremos diciendo que la ONU no es capaz de asegurarse que se respetan las leyes internacionales más básicas".

"Es el momento de que la comunidad internacional apueste por la paz", concluyó el presidente estadounidense, que amenazó al gobierno sirio, pero también expresó que la salida diplomática es la mejor opción para una paz duradera.