Mujeres se reconstruyen el himen para poder casarse y no ser discriminadas
En Marruecos como los hombres las prefieren vírgenes para casarse la reconstrucción del hímen se convierte en una práctica cada vez más común. Aún cuando la mujer fue violada, si no vuelven a ser vírgenes, sus novios las rechazan.
El doctor Mansur es uno de los médicos especialistas en la regerenación de himen para aquellas mujeres que necesitan volver a la virginidad para poder casarse. "Llegaban al menos cuatro casos por semana de mujeres violadas, muchas de ellas menores. Observé que tal vez podían ganar la batalla contra los agresores en el plano jurídico, pero la batalla social la tenían ya perdida. Jamás podrían casarse. Y el repudio no solo afectaba a ellas, sino a sus familias. Para remediar eso comencé en el año 2.000 a hacer las primeras reconstrucciones de himen", sostiene.
Mansur, quien pidió que no se revele su verdadero nombre, abandonó en 2013 la Maternité Universitaire Souissi y se instaló un consultorio por su cuenta. Calcula que en total habrá operado a más de 500 mujeres. La evolución de los años tal vez haya podido influir en el aumento de relaciones pre matrimoniales, pero no ha debilitado el anhelo de la esposa virgen. Ahora son decenas de ginecólogos y cirujanos plásticos quienes efectúan la himenoplastia en Rabat, Casablanca, Marrakech, Tetuán, Tánger y también en Ceuta y Melilla.
"Muchos se aprovechan de la vulnerabilidad de estas mujeres para cobrarles hasta 1.000 euros, unos precios realmente abusivos, cuando se puede hacer la operación a partir de 200. El hombre que se presenta a su futura esposa se pavonea ante ella de la gran experiencia que ha tenido con otras mujeres. Pero si ella le confesara que ha conocido a otro hombre, aunque solo fuera por teléfono, la abandonaría en el momento. ‘Tocada una vez, tocada todas las veces’, suelen decir. Quieren a sus novias como embaladas en plástico, igual que un objeto a estrenar”, agrega.
Saida Drissi, vicepresidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos, sostiene: "Esta es una sociedad muy hipócrita. Hay hombres modernos y con estudios, pero a la hora de casarse, la cuestión de la virginidad es sagrada; siempre quieren una virgen".
Hay operaciones provisionales y definitivas. “Las provisionales”, explica el doctor Mansur, "suelen tener una vigencia de 15 días. Y cuestan unos 200 euros, mientras que las definitivas salen por 500. Pero muchos maridos saben que las operaciones existen. Y antes de acostarse con ellas deciden esperar más de dos semanas, una vez casados, para asegurarse de que cuando practiquen sexo la reparación del himen ya habrá caducado si se hizo una operación provisional".
Muchos hombres acuden con sus parejas al ginecólogo para que les otorgue un certificado de virginidad de la pareja. “El certificado no tiene valor jurídico, pero es una práctica muy corriente en Marruecos”, señala el doctor Mansur. “Yo lo entrego en un sobre lacrado y siempre a la mujer que me lo pide, nunca a su pareja”.