En una noche fría pero de intensas emociones los rumanos salieron a expresar su repudio ante la decisión del Gobierno del Partido Socialdemócrata (PSD) de avalar la corrupción y abuso de poder.

Es que la medida por la que se despenalizaron algunos delitos provocó más que mera indignación.

El decreto de urgencia -que de esta manera no debe pasar por el Parlamento-, deja fuera de prisión a quienes hayan corrompido el sistema por un monto menor a 200.000 lei (unos 44.000 euros). 

Gracias a esta nueva ley ,que no estaba en agenda, el líder del PSD, Liviu Dragnea, imputado en un caso de abuso de poder y corrupción con daños estimados por la fiscalía en unos 24.000 euros, podrá eludir responsabilidades ante la justicia.

Dragnea, que lideró la campaña electoral que dio la victoria a su partido el pasado diciembre, no pudo ocupar el cargo de primer ministro debido a su condición de imputado.

Aunque la excusa que dieron desde el Gobierno fue que este nuevo decreto busca luchar contra la "superpoblación de las cárceles" rumanas por casos de corrupción menores.  

El Partido Nacional Liberal (PNL), principal opositor, presentó  una moción de censura contra el Gobierno del PSD.

"Este es un día de duelo para el Estado de derecho, que ha recibido un duro golpe por parte de los adversarios de la justicia y de la lucha contra la corrupción", planteó el presidente del país, Klaus Iohannis (del PNL), en su página de Facebook.

El decreto, que entraría en vigor en diez días, se aplicará no solo a los nuevos casos, sino también a las investigaciones y juicios en curso, beneficiando claramente al líder del PSD, Liviu Dragnea. 

El sistema de justicia de Rumania es una de las instituciones bajo supervisión de la UE desde que, hace diez años, ese país entró a formar parte de la comunidad. 

Fuente: El País.