Los militares dejaron en ridículo a Bolsonaro en pleno acto por minimizar el coronavirus
El presidente brasileño parece ser el único de los mandatarios que sigue sosteniendo que el aislamiento no sirve para nada y que se debe poner la economía por delante de todo. Pero no todos lo siguen.
Después de haber dicho que el achatamiento de la curva había sido inútil,- lo cual es extraño como razonamiento porque lo hicieron los gobernadores contra su opinión, lo que llevó a muchos brasileños a desobedecer el aislamiento tornándolo poco efectivo-, y lamentar por el desempleo que provoca la crisis económica, se encontró con la realidad.
Cuando este viernes fue a saludar a su entrada de la Casa de Gobierno, se encontró con el codo de sus interlocutores y no con el abrazo que esperaba.