Los ciegos exigen poder portar armas en Estados Unidos
En la mayoría de los estados del país del norte no es necesario realizar alguna prueba o tener licencia para portar un arma. La polémica estalló cuando no videntes se mostraron con armas en público ejerciendo este cuestionable derecho constitucional.
En un informe realizado por la BBC se plantea que actualmente se desconoce cuantos ciegos portan armas en Estados Unidos, ya que no poseer el sentido de la vista no es un invalidante para adquirir un arma, incluso no se necesita - en la mayoría de los estados- tener algún tipo de licencia o realizar una prueba.
El debate se instaló en la sociedad norteamericana cuando la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, viralizó un video (que luego tuvo que sacar de circulación, por las críticas) en el que hacía un llamado al derecho de los ciegos a llevar armas en público. En el video de la NRA se aseguraba que "ha sido probado que las personas que carecen de visión tienen mayor consciencia de su entorno espacial y auditivo".
Extraño testimonio
Jim Miekka, de 54 años es considerado el "mejor tirador del mundo", aún cuando a los veinte años perdió la vista y dos dedos en un accidente hogareño.
Al quedarse ciego, con ayuda de su padre, compró una fotocélula de sulfuro de cadmio y la adapató para convertir "la información visual en clics" lo que le permitía a Miekka determinar los bordes de edificios y carreteras. Luego perfeccionó su dispositivo agregándole un telescopio. Se trata de un sistema similar al utilizado para el tiro a ciegas en los Juegos Paralímpicos, donde un tono de alta frecuencia dice a los competidores qué tan lejos están apuntando con respecto al centro de un objetivo.
"Siempre he querido a educar a la gente sobre que los ciegos no son sólo zombies caminando, destinados a ser atendidos. A las personas ciegas se les puede dar el poder de cuidarse a sí mismos", aseguró Miekka a la BBC.
La ya cuestionada sociedad norteamericana por estar fuertemente armada suma un item más con esta exigencia de los no-videntes de querer ser ellos también portadores.