Levantan el paro de subtes en San Pablo pero sigue la tensión
Trabajadores del subterráneo de San Pablo levantaron la huelga que fue calificada como "salvaje" y extorsiva por el gobierno brasileño y que llevaba cinco jornadas, "por respeto al pueblo de San Pablo"; pero amenazan con reiniciarla el jueves, cuando arranque el Mundial.
En el marco de una feroz campaña mediática contra el gobierno de Dilma Rousseff, como denunció la propia mandataria, los trabajadores del subterráneo de San Pablo levantaron la medida de fuerza que llevó a cabo el sindicato durante cinco días.
No obstante, los metrodelegados paulistas advirtieron que, de no tener una respuesta positiva a sus reclamos, entre ellos, la reincorporación de 42 trabajadores, podrían volver a las medidas de fuerza el mismo día que arranque el Mundial, con el partido entre el anfitrión Brasil y Croacia.
"Volvemos al trabajo ahora, pero tendremos una nueva asamblea el miércoles 11 por la tarde. Si retomamos o no la huelga el 12, dependerá de la reintegración de los trabajadores despedidos" durante la medida de fuerza, dijo el presidente del sindicato de trabajadores del metro de San Pablo, Altino Melo dos Prazeres.
La decisión se tomó mediante una asamblea realizada tras una tensa reunión con el gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Alckmin. Según el dirigente gremial, se vuelve al trabajo "por respeto al pueblo de San Pablo".
Es decir, 4,5 millones de personas que cotidianamente utilizan el servicio subterráneo que, además, es esencial para llegar al estadio donde se disputará el partido inaugural, con capacidad para 65 mil espectadores.
El gobierno de Rousseff calificó en duros términos a la protesta de los trabajadores del subte y la propia presidenta habló de "paros salvajes" y dijo que se trataba de un "chantaje" en el marco del Mundial que arrancará el jueves.
Como respuesta, el propio Dos Prazeres había indicado que en el sindicato "no estamos interesados en arruinar el Mundial" sino en "negociar" una solución a sus reclamos salariales y de reincorporación de despedidos.
"Amo al fútbol, apoyo a nuestra selección, el punto no es frenar el Mundial, queremos resolver esto hoy y estamos dispuestos a negociar, aprovechando que el gobierno también necesita solucionar esto", afirmó el referente gremial del subterráneo paulista.