En diálogo con la prensa, Rafael Correa se lamentó por las pérdidas humanas y materiales las cuales "costarán centenas, probablemente miles de millones de dólares".

El sismo de 7,8 grados sacudió la zona de Manabí, a cinco horas de Quito, y destruyó escuelas, casas, edificios dejando un panorama desolador. Correa recorrió la zona de Pedernales, que fue la más afectada por el terremoto. 

El Presidente ecuatoriano conversó con los ciudadanos, muchos de los cuales están evacuados ya que perdieron sus hogares. También se emocionó con la colorida carta de una pequeña que le demostró su apoyo y el Presidente la compartió en su cuenta de Facebook.

El terremoto del último 16 de abril fue uno de los más intensos registrados en América Latina en las últimas dos décadas. El vicepresidente, Jorge Glas, señaló con pesadumbre que se espera que "aumente el número de víctimas fatales con el pasar de las horas" y tras la remoción de escombros en la que se trabaja de manera coordinada.  La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados  (Acnur) enviará ayuda humanitaria a la zona de desastre.