La presidente de Brasil Dilma Rousseff, anunció este martes una amplia movilización de su Gobierno con acciones de diferentes ministerios y el envío de ayuda para hacer frente a los daños causados por las lluvias que castigaron en los últimos días el sudeste de ese país y que dejaron al menos 30 muertos y unos 49.000 evacuados.

El anuncio fue realizado por la propia mandataria tras sobrevolar algunas de las áreas inundadas en Espíritu Santo, el estado más afectado por las lluvias y en el que 45 de sus 78 municipios ya declararon el estado de emergencia.


Según el último boletín de la Defensa Civil de Espíritu Santo, desde el comienzo de las lluvias, hace poco más de una semana, se han registrado catorce muertos, 45 heridos y cerca de 49.000 desalojados.

De acuerdo con otro reporte vespertino en el vecino estado de Minas Gerais, el número de víctimas llegó a 16 y el de desalojados a 700.

"La tragedia provocada por las lluvias en Espíritu Santo destruyó vidas, carreteras y sueños. Vamos a reconstruir los tres", aseguró la mandataria por Twitter, tras reunirse con los responsables de las tareas de rescate.

La mandataria aseguró que la prioridad del Gobierno es rescatar a las cientos de familias que quedaron aisladas por la crecida de ríos, así como ofrecer abrigo a las familias que perdieron su vivienda.

"Vamos a realizar las obras de infraestructura preventiva necesarias, como represas, protección de laderas y drenaje urbano, para impedir que nuevos períodos de lluvias con esta dimensión provoque tragedias como ésta", agregó Dilma Rousseff.

Además de la movilización de las Fuerzas Armadas y de equipos de los ministerios de Salud, Desarrollo Social e Integración Nacional (infraestructura), la mandataria también anunció el envío de medicinas y utensilios para atender a los damnificados.