El grupo radical Estado Islámico colgó ocho cuerpos de sus víctimas para impresionar a los habitantes de la ciudad de Hawija, al norte de Irak.

Los yihadistas colgaron los cadáveres en una estructura metálica levantada sobre una ruta, en el acceso a la mencionada ciudad, y los exhibieron allí durante horas.

Los cuerpos serían de soldados iraquíes, según la vestimenta que llevaban puesta. Algunos de ellos se veían con el cuerpo ensangrentado y marcas de los ataques sufridos.

Abu al-Rahman, uno de los líderes más temidos del Estado Islámico, se tomó una foto en medio de esta escena y la imagen recorrió el mundo.