La reunión del papa Francisco, el presidente israelí, Shimon Peres, y el palestino, Mahmud Abbas, que tendrá lugar en los Jardines del Vaticano fue presentada como una "pausa" en el conflicto de Oriente Medio.

El franciscano Pierbattista Pizzaballa se ocupó de organizar el viaje de ambos líderes y sus delegaciones, y resaltó que la ceremonia sin precedentes se entenderá como "una pausa en la política".

"El deseo del Papa es el de hacer una pausa en la política, elevarnos y mirar en alto y desde arriba darnos cuenta de lo que ocurre en Tierra Santa", explicó Pizzaballa, quien aclaró que no hay que creer que, tras la reunión "estallará la paz", pero destacó que es un gesto fuerte "para dar un respiro a la política e impactar sobre la opinión pública".

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, y el custodio de Tierra Santa dieron los detalles de esta ceremonia, que se producirá tras la invitación a rezar por la paz que el papa Francisco hizo a los dos líderes durante su viaje a Tierra Santa a fines de mayo.

El Papa los invitó a su "casa" para que oren y el Vaticano eligió un lugar neutro, al aire libre y sin connotaciones religiosas de ningún tipo para organizarlo.

Por esto, la ceremonia se desarrollará en tres actos, el primero dedicado a la comunidad judía, el segundo a la cristiana y el tercero a la musulmana.

En cada uno de esos actos se rezará una oración de agradecimiento por "la Creación", donde se resaltará que "todos somos hermanos"; después se pasará a pedir "perdón por los pecados cometidos" y finalmente llegará la "invocación" de la paz.

Habrá música interpretada por orquestas en vivo y espacios para recogerse en meditación y se leerán textos en hebreo, inglés y árabe.

El Papa, que estará sentado durante el acto entre Peres y Abbas, tiene previsto terminar esta ceremonia con un discurso. Los tres después realizarán un "gesto de paz" con un apretón de manos o un abrazo y plantarán juntos un olivo.

El pontífice saldrá a recibir primero a Peres y después a Abbas y mantendrá unos minutos de reunión por separado con cada uno.

Posteriormente, los tres se encontrarán en la recepción de Santa Marta y se trasladarán al lugar del evento junto con el patriarca ecuménico y líder de la Iglesia ortodoxa, Bartolomé I, quien también fue invitado a esta jornada de oración.

Tras la ceremonia, el Papa y los presidentes se reunirán en privado en la sede de la Academia de las Ciencias, a pocos pasos del lugar del evento.