El papa Francisco pidió perdón por los casos de abuso sexual que se registran dentro de la Iglesia.

El pontífice afirmó que sintió el "llamado a hacerse cargo" de la situación y prometió "no dar un paso atrás" en la lucha contra los curas pedófilos.

"Tenemos que ser muy fuertes. Con los chicos no se juega", exclamó el papa en un discurso a la delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE).

"Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que algunos sacerdotes, bastantes, bastantes en número", dijo Francisco.

Al mismo tiempo, expresó que "en una sociedad bien constituida los privilegios sólo deben ser para los niños y los ancianos, porque el futuro de un pueblo está en manos de ellos".

"Los niños porque ciertamente llevarán adelante la fuerza de la historia. Los ancianos porque son la sede de la sabiduría de un pueblo y tienen que aportar esa sabiduría", agregó.

"Los niños porque ciertamente llevarán adelante la fuerza de la historia. Los ancianos porque son la sede de la sabiduría de un pueblo y tienen que aportar esa sabiduría", agregó.