España prohíbe matar a los toros, como la principal atracción de una tradición ancestral
Hay que imaginar una multitud corriendo detrás de un toro por las calles de un pueblo, in tentando alcanzarlo antes de que alcance el río y matarlo con filosas lanzas: si alcanza el animal llega al agua tendrá su salvación, pero desde el año 1534, casi nunca lo logra y muere a manos de los pobladores, en un espectáculo sangriento. Mientras dictan una ley que termina con esa matanza, aún hay mucha gente quiere conservar la celebración tal y como se hace desde la era medieval.
La Junta de Castilla y León dictó esta semana una ley que establece la suspensión del Toro de la Vega: en realidad, prohíbe que la gente mate al animal, tal y como viene siendo todos los martes de septiembre, en Tordesilla (Valladolid) desde la época mediaval. El presidente de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), Alfonso Chillerón, explicó que queda prohibida "no sólo la muerte del animal en público, sino también el uso de las lanzas". El decreto persigue acabar con la fiesta en sí, sino con la muerte del animal como show para los espectadores.
Por otra parte, el vicepresidente del Patronato del Toro de Vega, Ramón Muelas, consideró en declaraciones a Europa Press que la decisión oficial ataca una de sus "tradiciones más queridas" y adelantó que "lucharán" para defenderla y recuperarla. Desde las autoridades locales, el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, aclaró que buscan "proteger la tradición" pero "adaptarla a la sociedad y sensibilidad del siglo XXI".
"Lo consideramos como una victoria a medias, pero sí que es un primer paso para la abolición definitiva del Toro de la Vega y de otros espectáculos que maltraten animales", aseguró la presidenta del partido animalista PACMA, Silvia Barquero, al diario ABC.
El PACMA, a partir de este logro, estudia iniciar acciones legales contra otros festejos taurinos similares, como Torito del Alba y Toro Enmaromado de Benavente, usando como premisa el Reglamento de Festejos Taurinos Populares impuesto en Castilla y León, que prohíbe "herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses".
"El torneo del Toro de la Vega es un evento taurino de origen medieval, celebrado en la localidad española de Tordesillas, en Castilla y León, y que fue declarado fiesta de interés turístico en 1980 y espectáculo taurino tradicional en 1999. La primera referencia escrita data del año 1534, en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas. Actualmente, el torneo consiste en la persecución de un toro por decenas de picadores y lanceros que intentan lancear al animal hasta su muerte, tras ser soltado cerca de la plaza del pueblo y conducido por corredores hasta la vega del río Duero. En esta zona se encuentra el límite prefijado, y si el toro logra pasarlo es indultado, al menos, en la teoría. El año pasado, a pesar de haber ganado el torneo, Rompesuelas, como se llamaba el toro, recibió varias lanzadas mortales tras haber llegado a la zona de salvación", explica la cadena RT en su sitio web en español.