Después de que se corroborara que el actual fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ocultó al Senado que en pleno ciberataque del Kremlin había hablado con el embajador ruso; dos líderes demócratas- Chuck Schumer y Nancy Pelosi - solicitaron su renuncia. 

Señalaron que Sessions mintió bajo juramento e incluso varios republicanos señalaron que debería apartarse de su cargo en caso de que sea investigado. 

Por su parte, Donald Trump se mostró confiado en Sessions y le expresó su apoyo en este momento de extrema tensión en el Congreso estadounidense. 

Fue la investigación de The Washington Post la que reveló que el embajador Sergei Kislyak se reunió dos veces con el entonces senador Sessions en plena campaña electoral. El último encuentro fue el pasado septiembre "coincidiendo con el momento más duro del ciberataque ruso al Partido Demócrata". 

Sessions aseguró que no había tenido contacto con ningún funcionario ruso "para tratar temas de campaña" y se justificó que se trató de una reunión basada en sus  tareas como miembro del Comité de Servicios Armados. 

"No soy consciente de ninguna de esas actividades. Fui llamado una vez o dos a trabajar en la campaña, y no he tenido comunicación con los rusos. No tengo capacidad para contestar", fue lo que contestó Sessions antes de asumir su cargo como fiscal general cuando el senador demócrata Al Franken le preguntó qué haría si se enteraba de contactos de funcionarios con el Kremlin. 

La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi aseguró: "Sessions no cumple los requisitos para ser el primer ejecutor de la ley en nuestro país; ha mentido bajo juramento y debe dimitir. Hay que abrir una comisión independiente para investigar las conexiones políticas, personales y financieras de Trump con los rusos". 

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Ya el consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, se vio obligado a renunciar después de que se corroborara que también había tenido contacto con el embajador ruso.