"¿Qué le das de comer, Potica?", le dijo sonriente Francisco a Melania, mientras el presidente de Estados Unidos fruncía el ceño, esa típica reacción de quien no entiende la referencia.

Francisco se sorprendió al ver en persona a Trump por su porte, y como buen argentino rompió el hielo con un chiste por su sobrepeso: la "potica" es un bizcocho enrollado servido con crema.

La esposa del Presidente asintió y reconoció el chiste de Bergoglio. Todos festejaron el comentario, pero nadie en la sala entendió, salvo la propia Melania. El pontífice conoce esta típica torta, ya que el marido de su sobrina es un argentino de origen esloveno.