El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) finalmente se atribuyó el ataque que tuvo lugar en Londres, en el día de ayer, en el que murieron tres personas y decenas resultaron heridas con distintos niveles de gravedad.

ISIS planteó, a través de su agencia de noticias Amaq,  que fue obra "de un soldado del califato" y especificó: "El atacante de ayer frente al Parlamento británico en Londres era un soldado del Estado Islámico, ejecutando una operación en respuesta al llamado a atacar ciudadanos de todos los países de la coalición". 

Aunque la reivindicación no implica necesariamente que el atentado haya sido planeado por ISIS ya que pudo tratarse del ataque de un "lobo solitario". 

Theresa May, informó  ayer en el Parlamento que el agresor era un hombre nacido en Reino Unido que estuvo investigado hace unos años por los servicios de inteligencia británica por su vínculos "extremistas" pero no reveló su identidad, aunque circularon varias versiones sobre quién fue el atacante. 

Esta madrugada, la policía británica desplegó un amplio operativo policial en la ciudad de Birmingham donde el terrorista alquiló el coche que usó como arma para atropellar a decenas de personas. Además rastrean los vínculos de su circulo más cercano. 

De las 40 que resultaron heridas en el ataque, 29 siguen ingresadas en diversos hospitales de la capital, siete de ellas en estado crítico.  Theresa May calificó el atentado de "nauseabundo y depravado ataque terrorista" y confirmó que el nivel oficial de alerta en Reino Unido sigue siendo "severo".

"La localización del ataque no es accidental”, planteó May y señaló "Los terroristas eligieron atacar en el corazón de nuestra capital, donde personas de todas las nacionalidades, religiones y culturas se reúnen para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión. Las calles de Westminster, hogar del Parlamento más antiguo del mundo, están imbuidas de un espíritu de libertad que resuena en algunos de los lugares más remotos del globo. Y los valores que representa nuestro Parlamento -la democracia, la libertad, los derechos humanos y el imperio de la ley- merecen la admiración y el respeto de la gente libre. Por eso es un objetivo para aquellos que rechazan esos valores".