El 7 de enero de 2015, la redacción de Charlie Hebdo en París fue objeto de un atentado yihadista en el que fueron asesinadas 12 personas, y que marcó una nueva era de ataques terroristas en suelo europeo.

Desde ese entonces, el semanario satírico anunció que continuaría su lucha para revelar el extremismo que muchas veces- lo cual no significa siempre, aunque no está claro tan para la publicación-  se esconde bajo el manto religioso del Islam.  

Esta vez, Charlie Hebdo tomó el atropello masivo en Barcelona y el ataque en Cambrils para ilustrar una tapa en la que puede leerse: "Islam, religión de paz… eterna" para hacer referencia a las personas asesinadas por la furgoneta. 

La ilustración de Juin provocó un gran impacto y opiniones divididas sobre si es correcto satirizar de esta manera un ataque y vincular necesariamente a una religión con el terrorismo. 

"Las amalgamas son muy peligrosas. Decir que el islam es una religión de paz dando a entender, de hecho, que es una religión de muerte resulta extremadamente peligroso", planteó Stéphane Le Foll, exministro socialista y exportavoz del Gobierno del anterior presidente, François Hollande.

Pero las muertes retratadas peculiarmente por el semanario no hacen exclusiva referencia a atentados sino también a catástrofes como la ocurrida en el terremoto italiano. 

Caricatura por el sismo ocurrido en Italia en 2016 en el que murieron unas 300 personas.