El régimen de Al Assad lanzó un ataque en Duma, al noreste de Damasco. Un barril cargado de explosivos destrozó la casa donde vivía un bebé de tan solo un mes. Su padre lo levantó entre los escombros y se puede ver que no sufrió ni un rasguño.

En esa zona todos los días caen bombas y los sirios mueren o por los ataques o bien por las pésimas condiciones de vida. Más de 130.000 personas murieron en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 y de ellas al menos 66.000 son civiles, informó este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Esta imagen que recorrió el mundo es solo una postal de esperanza dentro de la violencia cotidiana que propaga este régimen. Su padre, también llamado Rateb, mostró que su hijo, de tan solo un mes, está en perfecto estado de salud, tal cual lo refleja la imagen.