Mientras crece el escándalo racial en Estados Unidos por la muerte de un joven negro en manos de un oficial de policía, la ONG Amnistía Internacional envió una delegación a Ferguson, Missouri, para evaluar posibles violaciones a los derechos humanos contra los manifestantes que se encuentran en el lugar.

Según reportan medios locales, trece observadores están en la ciudad donde hace una semana un agente de policía asesinó al joven negro Michael Brown, provocando la ira de la población afroamericana.

Una de las integrantes de la comitiva que está en Ferguson, Jasmine Heiss, dijo que la tarea que están realizando en estos momentos en dicha ciudad es "más parecida a la realizada durante las protestas en Turquía en 2013".

Por su parte, el diario The Washington Post reportó que el director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, Steven Hawkings, envió una carta a las fuerzas de seguridad para manifestarles su "preocupación" por el asesinato del joven negro y por cómo estaba respondiendo la policía frente a los manifestantes.

Anteriormente, Hawkings había criticado la decisión del gobernador Nixon de decretar el toque de queda en la ciudad, que ya fue levantado.

Las protestas en Ferguson habían cedido, pero volvieron al conocerse el resultado de la autopsia que mostraba que el adolescente fue asesinado de seis balazos por un oficial de policía, cuando estaba arrodillado.