La base de origen militar siempre fue motivo de especulaciones que señalan que sus decenas de antenas podían "controlar el clima o la mente, provocar sequías e inundaciones, originar huracanes, derribar el transbordador Columbia o hasta causar futuros desajustes en la rotación del planeta"

Desde el 2014 la Fuerza Área estadounidense finalizó sus investigaciones para el programa Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP) y el predio de 180 antenas quedó bajo la administración de la  Universidad de Alaska que el próximo sábado, 27 de agosto, permitirá visitas guiadas por las instalaciones.  

"Queremos mostrar a la gente que la instalación no es capaz de controlar la mente ni de manipular el clima ni todas las otras cosas de las que ha sido acusada", agregaron voceros de la universidad y explicaron que las antenas se encargan de enviar señales de radio de alta frecuencia a la ionosfera con la intención de excitar los átomos presentes; siendo la capa en la que rebotan las señales de radio.

Fuente: RT