El referéndum no es sobre si Grecia permanece o no en la zona euro, dijo, agregando que "nunca habría esperado que una Europa democrática negara tiempo y espacio a una decisión democrática". "Esto no es una ruptura con el euro, sino un retorno a la Europa de los principios", agregó.

Según él, los acreedores internacionales chantajean a los griegos para que voten a favor del programa de rescate que elaboraron, y que impone nuevas reformas de austeridad.

Es así que Tsipras volvió a pedir los griegos que voten en contra de este programa en el referéndum del 5 de julio, argumentando que el Gobierno que él encabeza defiende las pensiones de los ciudadanos.

De acuerdo a su posición, el 'no' permitirá a Grecia adoptar una posición más fuerte para seguir presionando a los acreedores y alcanzar así un acuerdo más social, y no uno que grave más a los jubilados y a las familias con menos recursos.