Valió la pena la espera
Luego de algunas semanas de suspenso por la postergación del estreno, este jueves al fin llegó la ansiada cinta argentina “Relatos Salvajes”, que de la mano de Damián Szifrón y un tremendísimo elenco se convierte en la película más importante del año a nivel nacional.
¿Qué pasa cuando juntás un gran director con un elenco de figuras de verdad, actores de primer nivel, e historias que son simplemente geniales? Bueno, en consecuencia resultan cintas que valen la pena ver, y que enaltecen el cine argentino cada día más. “Relatos Salvajes” es de esas películas que generan mucha expectativa en la previa, y que nunca, pero nunca defraudan a nadie.
Seis historias, seis cuentos diferentes, seis relatos salvajes, uno mejor que el otro. Una extraña situación en el interior de un avión, en pleno vuelo; una visita inesperada y poco amigable a un restaurante ubicado en un lugar recóndito; una secuencia de acción y violencia a partir de un percance en una ruta del norte argentino; un ataque de ira a raíz de una situación que podría ser cotidiana; una propuesta un tanto oscura, envuelta en una tragedia familiar; y un casamiento que no resulta como se esperaba.
Cada una de estas historias tiene un guión que es verdaderamente espectacular. Damián Szifrón escribió y dirigió esta película, que además también se destaca desde la realización. Impecable desde la elección de planos, la película está muy bien contada, con esos detalles de humor inteligente que acostumbra este joven cineasta, típicos de “Los Simuladores” o de “Tiempos de Valientes”.
En resumen, un lujo en la filmación y en la narración, un guión original, buenos efectos especiales, gran fotografía, tremenda música de la mano de Gustavo Santaolalla, y como para coronar esta gran obra, actuaciones descomunales de cada uno de los actores, hasta los que no son tan reconocidos.
No se puede decir mucha más de Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia, que una vez más brillan con sus trabajos. Pero también, “Relatos Salvajes” cuenta con un gran Oscar Martínez y una tremenda Rita Cortese; más Julieta Zylberberg y Darío Grandinetti; aunque la que realmente la rompe toda, es Érica Rivas. Su actuación es impresionante, y su personaje va pasando por varias facetas, y en todas se luce: es natural, hace un gran papel cuando la protagonista atraviesa situaciones dramáticas o se desequilibra, y sorprende con latiguillos y expresiones que despertarán las carcajadas de toda la sala.
La película es un lujo. Algunas historias se destacan por sobre el resto, e incluso, la disposición de los relatos parece ir de menor a mayor. Es decir, a medida que avanzan los cuentos, la cinta parece ir ganando calidad, hasta un final que enloquecerá a los espectadores. Además, tiene la ventaja que cada uno de estos seis cortos tiene sus propios giros, su propia dinámica, y finales distintos, con lo cual la proyección es siempre atrapante y por demás entretenida.
¿Hay que verla? Es casi una obligación. “Relatos Salvajes” posee la pizca justa de comedia, drama, suspenso y acción; tiene ciertos guiños hacia algunas problemáticas sociales reales o cotidianas; está filmada de forma perfecta, y brilla con actuaciones descomunales. Impresionante de verdad, vale la pena disfrutarla, y será de esas películas argentinas que quedan en el recuerdo por mucho tiempo. Cintas como esta enaltecen al cine nacional.