No hubo muchas sorpresas. Más allá de algunas muertes de personajes secundarios en el anteúltimo capitulo, el final fue de lo más clásico. Ganaron los buenos, murieron los malos salvo uno que quedó preso y hubo dos casamientos.

Sin embargo la única escena que sorprendió fue la protagonizada por Benjamín Vicuña y Mercedes Funes. Ya derrotados y sabiendo que pasarían el resto de su vida en la cárcel se profesan su amor y ser hermanos no les impidió morir besándose mientras ingieren veneno.