Otra comedia olvidable
“Buenos Vecinos” pintaba como el estreno más interesante de la semana, en un jueves pobre en adelantos cinematográficos. Con Seth Rogen, Rose Byrne y Zac Efron, sacará algunas sonrisas pero no mucho más.
Se sabe y es lógico, que en tiempos mundialistas no van a ser muchos los estrenos importantes que lleguen a las salas de cine, que por cierto lucen algo vacías en estas semanas. Por eso, “Bueno Vecinos” parecía ser una opción prometedora, en particular por el elenco, y también por el género, ese que en Hollywood viene algo flojo últimamente.
La historia está basada en una pareja joven, que tienen un bebé recién nacido, y que cambiará su vida a partir de la mudanza de una fraternidad universitaria justo al lado de su casa. Por supuesto, los adolescentes no dejarán de hacer alocadas y ruidosas fiestas, lo que conllevará a que la convivencia no sea la mejor. Todo empeorará cuando estos vecinos fastidiados, rompan la única regla de la fraternidad, que es no avisar a la policía, y entonces se declarará la guerra en el barrio.
El director de esta cinta es Nicholas Stoller, quien había logrado buenos trabajos en el género con cintas como “¿Cómo sobrevivir a mi novia?” y “Misión Rockstar”, y también como escritor en “Sí, señor” y “Las Locuras de Dick y Jane”. En este caso, su labor está por debajo de lo que muestra en su currículum. Crea una comedia olvidable, llena de lugares comunes, repitiendo chistes vulgares y poco eficaces.
En cuanto al elenco, Seth Rogen compone casi el mismo personaje que en “Ligeramente embarazada”. No se luce para nada, mientras que su coprotagonista, Zac Efron sí logra encarnar un papel en donde aún no se lo había visto y que no le quedó para nada mal, interpretando a un “villano” algo torpe con algunos momentos divertidos.
Rose Byrne es una de las más destacadas del plantel actoral. Es muy creíble su interpretación, y logra despertar varias risas, mucho más que Rogen, lo mismo que Dave Franco, quien ya había mostrado dotes cómicos en “Comando Especial”. Otro que aparece en el film, aunque no es bien explotado, es el genial Christopher Mintz-Plasse.
La película es llevadera y entretenida, cumple con ese objetivo. Pero si hay que calificarla como comedia, es un film malo. Las escenas más divertidas son las mismas que se repiten en el tráiler, y no hay más que eso. Luego, se trata de una reiteración de los típicos chistes “zarpados” universitarios, con lugares comunes de estas cintas, como chicas desnudas, muchas drogas, “alocadas” situaciones adolescentes, y no mucho más de lo que ya se ha visto en el género.
¿Hay que verla? Se puede ver, se deja ver. Se puede pasar un buen rato en el cine con “Buenos Vecinos”, en una semana casi sin estrenos. No es más que una comedia que para nada hará descostillar de la risa a nadie, y que será olvidada rápidamente. Hay que verla, porque el humor es amplio y depende de cada espectador, y en definitiva, como ya se mencionó, cumple con el objetivo de entretener.