Soledad, depresión, desesperanza. Sentimientos rotos y gastados, y tristeza, mucha tristeza y desolación son las que refleja Kate Winslet desde el comienzo de la historia, hasta que aparece Josh Brolin para salvarla, devolverle la alegría y la esperanza. Parece una simple y común historia trillada de Hollywood, pero el que la cuenta es Jason Reitman, y entonces la trama tendrá un interesante desarrollo que la hará distinta, para que “Aires de Esperanza” (Labor Day) se convierta en un drama romántico que resulte una gran propuesta para esta semana de estrenos.
El conflicto central de la cinta pasa por Adele, una mujer que vive con su hijo Henry, y que tras ser abandonada por su esposo, se sumerge en una crisis personal, aislándose del mundo y permaneciendo encerrada en su casa hundiéndose en su depresión. Todo cambiará cuando en la única salida mensual al supermercado, madre e hijo conocen a Frank, un convicto fugitivo que de alguna forma los obliga a ayudarlo a escapar. Resulta que el que parecía ser un duro y peligroso reo, terminará siendo un dulce y servicial hombre que les cambiará la vida a ambos.
Como se ha mencionado, Jason Reitman es el director de la película, que está basada en una novela que lleva el mismo nombre. Se trata de un joven cineasta con poca experiencia en la industria, pero con grandes resultados. Sus dos cintas más importantes han sido “Juno” y “Amor Sin Escalas”, y por ambas fue reconocido con nominaciones en los Premios Oscar, en la categoría de “mejor director”.
Se puede decir que el canadiense, una vez más, tomó una simple historia pero la contó de forma excepcional. Supo explotar lo mejor de sus protagonistas a través de un excelente guión, y le fue dando un giro un tanto inesperado a una trama que se presentaba sencilla. Además, ensambla muy bien las imágenes de un pasado que de momento no se sabe a qué corresponde, y utiliza de gran forma los recursos del flashback y las elipsis para los pasos del tiempo.
Winslet es una tremenda actriz, de las mejores de la actualidad. Siempre con papeles comprometidos, aquí interpreta a una desolada ama de casa que irá cambiando su estado de ánimo al tiempo que logra una muy buena química con su coestrella. Por supuesto que la seis veces nominada al Oscar, y ganadora en una ocasión, no defrauda y por el contrario una vez más logra una tremenda actuación, caracterizada por su naturalidad a la hora de componer su personaje.
Del mismo modo, Josh Brolin, tal vez no muy acostumbrado a trabajos de galán, se acopla muy bien con la protagonista femenina, y realiza un interesante trabajo como un duro pero al tiempo puro y simple hombre; mientras que el pequeño Gattlin Griffith, en el papel del hijo de Adele, también se suma de buena forma en la historia, y cumple con un gran aporte en la cinta.
La película es excelente. Es entretenida, atrapante y para nada trillada. Es una historia de amor, pero también de esperanza, como indica el título que eligieron en la cartelera local. Lo más interesante de la cinta es la forma en que está narrada y cómo se va desarrollando la trama logrando atrapar hasta al más acérrimo a este tipo de dramas románticos, con un giro en el desenlace que no todos se esperarán.
¿Hay que verla? Sí, es una gran propuesta. Es muy probable que Reitman siga creciendo como director, y ésta será una entrega más en su filmografía, aunque no menos importante. Por eso hay que ver “Aires de Esperanza”, porque, más allá de gustos, la historia en sí es atrapante y se convierte en una película distinta para el género, a pesar de contener elementos comunes. Porque en “Aires de Esperanza” nada es lo que parece. Por todo este hay que verla, y por supuesto, disfrutarla.

Soledad, depresión, desesperanza. Sentimientos rotos y gastados, y tristeza, mucha tristeza y desolación son las que refleja Kate Winslet desde el comienzo de la historia, hasta que aparece Josh Brolin para salvarla, devolverle la alegría y la esperanza. Parece una simple y común historia trillada de Hollywood, pero el que la cuenta es Jason Reitman, y entonces la trama tendrá un interesante desarrollo que la hará distinta, para que “Aires de Esperanza” (Labor Day) se convierta en un drama romántico que resulte una gran propuesta para esta semana de estrenos.

El conflicto central de la cinta pasa por Adele, una mujer que vive con su hijo Henry, y que tras ser abandonada por su esposo, se sumerge en una crisis personal, aislándose del mundo y permaneciendo encerrada en su casa hundiéndose en su depresión. Todo cambiará cuando en la única salida mensual al supermercado, madre e hijo conocen a Frank, un convicto fugitivo que de alguna forma los obliga a ayudarlo a escapar. Resulta que el que parecía ser un duro y peligroso reo, terminará siendo un dulce y servicial hombre que les cambiará la vida a ambos.

Como se ha mencionado, Jason Reitman es el director de la película, que está basada en una novela que lleva el mismo nombre. Se trata de un joven cineasta con poca experiencia en la industria, pero con grandes resultados. Sus dos cintas más importantes han sido “Juno” y “Amor Sin Escalas”, y por ambas fue reconocido con nominaciones en los Premios Oscar, en la categoría de “mejor director”.

Se puede decir que el canadiense, una vez más, tomó una simple historia pero la contó de forma excepcional. Supo explotar lo mejor de sus protagonistas a través de un excelente guión, y le fue dando un giro un tanto inesperado a una trama que se presentaba sencilla. Además, ensambla muy bien las imágenes de un pasado que de momento no se sabe a qué corresponde, y utiliza de gran forma los recursos del flashback y las elipsis para los pasos del tiempo.

Winslet es una tremenda actriz, de las mejores de la actualidad. Siempre con papeles comprometidos, aquí interpreta a una desolada ama de casa que irá cambiando su estado de ánimo al tiempo que logra una muy buena química con su coestrella. Por supuesto que la seis veces nominada al Oscar, y ganadora en una ocasión, no defrauda y por el contrario una vez más logra una tremenda actuación, caracterizada por su naturalidad a la hora de componer su personaje.

Del mismo modo, Josh Brolin, tal vez no muy acostumbrado a trabajos de galán, se acopla muy bien con la protagonista femenina, y realiza un interesante labor como un duro pero al tiempo puro y simple hombre; mientras que el pequeño Gattlin Griffith, en el papel del hijo de Adele, también se suma de buena forma en la historia, y cumple con un gran aporte en la cinta.

La película es excelente. Es entretenida, atrapante y para nada trillada. Es una historia de amor, pero también de esperanza, como indica el título que eligieron en la cartelera local. Lo más interesante de la cinta es la forma en que está narrada y cómo se va desarrollando la trama logrando atrapar hasta al más acérrimo a este tipo de dramas románticos, con un giro en el desenlace que no todos se esperarán.

¿Hay que verla? Sí, es una gran propuesta. Es muy probable que Reitman siga creciendo como director, y ésta será una entrega más en su filmografía, aunque no menos importante. Por eso hay que ver “Aires de Esperanza”, porque, más allá de gustos, la historia en sí es atrapante y se convierte en una película distinta para el género, a pesar de contener elementos comunes. Porque en “Aires de Esperanza”, nada es lo que parece. Por todo esto hay que verla, y por supuesto, disfrutarla.