Miriam Lanzoni fue demorada en el aeropuerto de México y contó los motivos del incidente
El problema se presentó cuando la expareja de Alejandro Fantino quiso embarcar con destino a Argentina. El personal de seguridad encontró la réplica de un arma en su cartera.
Miriam Lanzoni regresó a la Argentina luego de pasar unas horas difíciles en el aeropuerto de México y contó ante la prensa los detalles del delicado episodio.
"Estaba regresando de México, porque estoy haciendo unos castings allá para unos proyectos muy interesantes, y en uno de esos castings necesitaba un arma. Una persona que me da una mano en todo me consiguió una réplica idéntica”, comenzó relatando la actriz en diálogo con Juan Etchegoyen para Mitre Live.
Y continuó con su relato: "Esta persona es la que me busca al aeropuerto y el que te soluciona la vida,. Entonces, hago el casting con la réplica del arma. Y el día que me vuelvo para Buenos Aires, él me pasa a buscar y digo ´uy, cierto, me olvidé de devolverle su arma´. Me lo pongo en la cartera, nos pusimos a hablar de otras cosas, subo, despacho, dejo todo en la cinta para que pase por el scaner y cuando paso mi carry on y la cartera, lo vuelven a pasar."
En ese instante, la situación empeoró y así lo explicó Lanzoni: "Cuando pasó todo por ahí, empecé a agarrar mis cosas, agarré el celular y me dijeron que no podía, y el trato empezó a ser otro”.
“Volvieron a pasar mi maleta y veo que se hablaban entre ellos, se ponen guantes, y sacan un arma de la mochila… no podía creer lo que estaba pasando”. De los nervios, la primera reacción de la actriz fue un ataque de risa.
"Tuve pánico, porque en estas situaciones te ponés nerviosa, además yo al principio no podía parar de reírme. Uno no lo controla, cuando sentís que se vuelve tan injusto, vi quince personas rodeándome, me empezaron a cachear, me hicieron sacar las botas de nuevo, vino un perro de estos que huelen narcóticos...Es un montón. Tenía miedo de reacción, porque los argentinos tenemos esa cosa tan enfática de hablar y ellos son mucho más suave, y en el afán de querer explicar decía ´ay, la voy a cag...´. Es una situación fea, engorrosa, por eso en un momento me calmé y le dije que le daba la clave de mi teléfono para que vea. Obviamente se dieron cuenta que era una réplica y me dejaron ir. Muy bizarra la situación”, cerró.