El animal pertenece al Zoológico Browmanville de Ontario y fue parte de la fiesta de compromiso de Jeremy, el padre de Justin Bieber, y desató el inmediato repudio de los proteccionistas cuando se viralizaron las imágenes del cantante y el felino. 

"Tuvo suerte de que su cuello no haya sido arrancado por ese tigre en cautiverio", exclamó Lisa Lange, vicepresidente de People for the Ethical Treatment of Animals, (PETA, por sus siglas en inglés: Personas para el tratamiento ético de los animales).  Y agregó: "Los tigres que son utilizados para fotografías son arrancados de sus madres poco después del nacimiento, y el Zoológico de Bowmanville, en particular, fue descubierto por flagelar a un tigre más de 17 veces, incluso después de que el felino estuvo tumbado sobre su espalda en una posición de sumisión y miedo".

No es la primera vez que Bieber tiene un llamado de atención de protectores de animales. En 2013, su mono OG Mally fue confiscado por oficiales administrativos. Y también fue denunciado por la Alianza del Santuario de Primates de América del Norte (NAPSA, por sus siglas en inglés) cuando anunció sus ganas de adoptar un mandril.