Una temática bastante trabajada en el cine es la que tiene que ver con los relatos bíblicos. En esta ocasión, el talentoso Ridley Scott brinda una adaptación de la historia de Moisés, con la épica que caracteriza al director de “Gladiador” y “Robin Hood”, entre otros, y actuaciones interesantes de un nutrido elenco. Se trata de “Éxodo: Dioses y Reyes”, que llegó este jueves a las pantallas argentinas, y se perfila como el estreno más significativo de la semana.

La cinta comienza explicando cómo se inicia el conflicto central entre los protagonistas, Moisés y Ramsés II, que derivará en el posterior levantamiento contra el faraón egipcio por parte del líder de los hebreos, en medio de las plagas mortales que azotarán al pueblo. Así, los 400 mil esclavos escaparán de Egipto comandados por su líder, mientras son perseguidos por el ejército enemigo.

Ridley Scott retoma a la épica que caracteriza a sus trabajos. Batallas emotivas y secuencias de acción impecables, que son una marca registrada suya, y que no defraudan para nada. Todo esto, a través de un despliegue visual único. Desde la realización, el director se luce una vez más, con escenarios sensacionales, grandes efectos, excelente ambientación y vestuario, todo para lograr que el espectador se introduzca entre pirámides y monumentos egipcios de la época.

Al ser una historia conocida y una temática trabajada ya en otras ocasiones, en este caso el cineasta intentó profundizar sobre la relación y la rivalidad entre Moisés y Ramsés, haciendo que la cinta por momentos se torne lenta, y poco llevadera. De todos modos, esto se compensa con el ritmo frenético de las secuencias de acción, en especial con lo bien logradas que están las escenas donde se relatan las plagas bíblicas.

El director se apoya en un gran elenco, encabezado por el ‘camaleón’ Christian Bale, capaz de interpretar cualquier tipo de papel, y a todos darle su sello y hacerlo de una forma particular, pero también genial. El actor de Batman se pone la cinta al hombro, y se luce en todas la facetas que atraviesa su personaje.

Su némesis, por llamarlo de alguna manera, es Joel Edgerton, quien está muy bien loqueado, y también resalta por su actuación. El elenco se completa con participaciones, ya que la acción está centrada en estos dos actores. Así, los enormes Ben Kingsley o John Turturro muestran solo algunas pinceladas de su talento, en pequeñas cuotas, mientras que Sigourney Weaver pasa casi inadvertida.

En líneas generales, y a pesar de algún vacío argumental por momentos, la película es muy entretenida, y cumple como entretenimiento. No hay que dejar de reiterar que el director la rompe con el aspecto visual, y así la cinta es realmente atractiva por su realización, y se completa como una buena propuesta gracias a la gran labor de la dupla actoral, en especial de Bale, quien se luce como tantas otras veces lo hizo.

¿Hay que verla? Sin dudas, ya que es la mejor opción de esta semana. “Éxodo: Dioses y Reyes” es una gran película, entretenida a pesar de su extensa duración, y que merece ser vista. No es ni la mejor de Scott ni la mejor de Bale, pero ambos son claves para lograr una gran cinta.