En el programa de Tomás Rebord, Iván Schargrodsky se disponía a explicar por qué el gobierno de Trump será proteccionista y cómo de ninguna manera va a beneficiar a los argentinos como para deslegitimar el ridículo festejo de los libertarios por el triunfo del republicano.

Pero cuando estaba empezando a hablar un “adminículo” que estaba sobre la mesa le llamó la atención y preguntó qué era. Rebord, algo desorientado le preguntó si se había distraído y si era un ejemplo que iba a dar para desarrollar su columna.

Iván no pudo más que admitir que se había distraído y todo se desmadró y terminó siendo un programa de humor o, como dijo Rebord, el programa es “un taller”.

Después del paso de comedia, el periodista intentó volver a su explicación pero ya no le importaba a nadie.