Entre las muchas subastas que se hicieron en la cena benéfica para la Fundación Americana para la Investigación contra el Sida, que se llevó a cabo San Paolo, hubo un beso del cantante Ricky Martin.

La entusiasmada empresaria brasileña Ana Paola Diniz, dueña de un resort para mascotas, fue quien ofreció 90 mil dólares para quedarse con el ósculo en el que, a ojos vista, la mujer puso toda su pasión.

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