El cine argentino sigue sorprendiendo, aunque en realidad esto de a poco comienza a ser una tendencia. ¿Cómo es esto? Cuando se reiteran las propuestas cinematográficas de primer nivel, al estilo de los mejores films hollywoodenses, o incluso superiores, esto conlleva a que la industria del cine nacional comience a ganar confianza en los espectadores, y por supuesto, adeptos. Esto se logra gracias a cintas como “Betibú”, que llegó este jueves a las salas de todo el país para confirmar que el cine argentino se mantiene en un gran nivel.
En este caso, la historia central se basa en el asesinato de un viudo, y la investigación periodística que efectúan el nuevo jefe de la sección policiales de un prestigioso diario, junto a una aclamada escritora de novelas del mismo género y un redactor que supo brillar en el rubro, aunque parece desgastado con el paso de los años y los gajes del oficio. La muerte de este empresario, quien también era sospechoso del fallecimiento de su esposa, destapará todo un entramado de crímenes que se vincularán entre sí, y que el trío de periodistas intentará revelar.
El encargado de contar esta historia, basada en la novela homónima, es Miguel Cohan, quien ya había incursionado en el género con el film del 2010, “Sin retorno”. Aquí vuelve al policial, aunque parece superarse, con una película que está realmente muy bien filmada, con una gran fotografía y puesta en escena, planos muy bien logrados y una banda sonora muy acorde para este tipo de cintas. Además, incorpora diferentes elementos que funcionan como flashback para ir recurriendo al pasado durante la trama, dándole un toco original a la forma de contar el largometraje.
Todas estas bondades de la dirección se potencian gracias la gran labor del tremendo elenco que integra “Betibú”. Empezando por Mercedes Morán, de las mejores actrices argentinas de los últimos tiempos, quien se destaca en un papel que no tiene nada que ver con lo realizado en sus últimos trabajos televisivos, y que luce con total naturalidad y soltura.
A la protagonista femenina la acompaña Daniel Fanego, con momentos espectaculares y latiguillos muy graciosos. El actor se complementa a la perfección con Morán, y logran una química interesante, pero además se acopla muy bien con cada uno del resto de los personajes, en especial con Norman Briski, quien tiene una breve pero destacada participación.
Alberto Ammann, tal vez el más flojo de la cinta, completa el trío principal de este lujoso plantel actoral, que además cuenta con participaciones de primer nivel, como la del mencionado Briski, el genial Lito Cruz, Gerardo Romano, José Coronado, Osmar Nuñez y Carola Reyna.
Como se adelanta en las primeras líneas de la columna, la película es excelente. Realmente está muy bien contada y filmada. La cinta tiene un ritmo narrativo justo, y no aburre para nada. Por el contrario, es atrapante, gracias al constante misterio y la intriga que genera la trama, que tiene giros inesperados y un desenlace sorpresivo.
¿Hay que verla? Por supuesto que sí. Vale la pena ver “Betibú”, y de hecho sería una mala idea perdérsela. Es una gran propuesta de cine nacional, y una mejor opción para esta semana. Este policial argentino está a la altura de los mejores del género del país, y por eso resulta un buen plan dejarse atrapar por el suspenso de esta película, que paralizará a toda la sala.

El cine argentino sigue sorprendiendo, aunque en realidad esto de a poco comienza a ser una tendencia. ¿Cómo es esto? Cuando se reiteran las propuestas cinematográficas de primer nivel, al estilo de los mejores films hollywoodenses, o incluso superiores, esto conlleva a que la industria del cine nacional comience a ganar confianza en los espectadores, y por supuesto, adeptos. Esto se logra gracias a cintas como “Betibú”, que llegó este jueves a las salas de todo el país para confirmar que el cine argentino se mantiene en un gran nivel.

En este caso, la historia central se basa en el asesinato de un viudo, y la investigación periodística que efectúan el nuevo jefe de la sección policiales de un prestigioso diario, junto a una aclamada escritora de novelas del mismo género y un redactor que supo brillar en el rubro, aunque parece desgastado con el paso de los años y los gajes del oficio. La muerte de este empresario, quien también era sospechoso del fallecimiento de su esposa, destapará todo un entramado de crímenes que se vincularán entre sí, y que el trío de periodistas intentará revelar.

El encargado de contar esta historia, basada en la novela homónima, es Miguel Cohan, quien ya había incursionado en el género con el film del 2010, “Sin retorno”. Aquí vuelve al policial, aunque parece superarse, con una película que está realmente muy bien filmada, con una gran fotografía y puesta en escena, planos muy bien logrados y una banda sonora muy acorde para este tipo de cintas. Además, incorpora diferentes elementos que funcionan como flashback para ir recurriendo al pasado durante la trama, dándole un toco original a la forma de contar el largometraje.

Todas estas bondades de la dirección se potencian gracias la gran labor del tremendo elenco que integra “Betibú”. Empezando por Mercedes Morán, de las mejores actrices argentinas de estos tiempos, quien se destaca en un papel que no tiene nada que ver con lo realizado en sus últimos trabajos televisivos, y que luce con total naturalidad y soltura.

A la protagonista femenina la acompaña Daniel Fanego, con momentos espectaculares y latiguillos muy graciosos. El actor se complementa a la perfección con Morán, y logran una química interesante, pero además se acopla muy bien con cada uno del resto de los personajes, en especial con Norman Briski, quien tiene una breve pero destacada participación.

Alberto Ammann, tal vez el más flojo de la cinta, completa el trío principal de este lujoso plantel actoral, que además cuenta con participaciones de primer nivel, como la del mencionado Briski, el genial Lito Cruz, Gerardo Romano, José Coronado, Osmar Nuñez y Carola Reyna.

Como se adelanta en las primeras líneas de la columna, la película es excelente. Realmente está muy bien contada y filmada. La cinta tiene un ritmo narrativo justo, y no aburre para nada. Por el contrario, es atrapante, gracias al constante misterio y la intriga que genera la trama, que tiene giros inesperados y un desenlace sorpresivo.

¿Hay que verla? Por supuesto que sí. Vale la pena ver “Betibú”, y de hecho sería una mala idea perdérsela. Es una gran propuesta de cine nacional, y una mejor opción para esta semana. Este policial argentino está a la altura de los mejores del género del país, y por eso resulta un buen plan dejarse atrapar por el suspenso de esta película, que paralizará a toda la sala.