Juana Viale y Belén Francese lograron humanizar un poco a Ramiro Marra al hablarle de amor. 

Belén le preguntó si estaba soltero y ante la respuesta afirmativa aseguró que tenía a dos amigas para presentarle lo que hizo que Marra comenzara a cambiar de color pero lo mejor llegó cuando le dijo que ambas le escribían por redes sociales y a una de ellas le había contestado.

El legislador trató de zafar de la situación sin darse cuenta de que en realidad le conviene mostrarse como si fuera una persona normal y no un obsesionado que colecciona latas de atún para ganarle a la inflación.