A veces se hacen buenas remakes
La segunda entrega de la nueva saga de “El Planeta de los Simios” llegó esta semana a los cines argentinos con una propuesta muy interesante.
Afortunadamente, luego de varias semanas con pocos y pobres estrenos, este jueves llegó un título más que interesante, y que prometía mucho teniendo en cuenta que se trata de una secuela, y que su predecesora había sido muy buena. Se trata de “El Planeta de los Simios: Confrontación”, esta remake de un clásico hollywoodense, que regresa con una nueva entrega, y una gran vuelta de tuerca.
Pasaron más de 10 años en la ficción, respecto de lo sucedido en “El Planeta de los Simios: Revolución”, y ahora la acción se centra en la comunidad de simios que han evolucionado notablemente, y que viven liderados por César. Al mismo tiempo, el mundo se ve devastado y casi abandonado, luego que una letal epidémica causada por un virus, ha llevado casi a la extinción a los humanos, de los cuales solo quedan algunos que parecen poner en peligro la paz en la que viven los simios.
Matt Reeves, director de Cloverfield, reemplazó en esta cinta a Rupert Wyatt, que había hecho un gran trabajo en la primera entrega. Aquí, el cineasta le dio una vuelta de tuerca muy interesante, logrando narrar una historia que se destaca por su trama. La atención está puesta en la parte argumental más que en los efectos especiales, muy buenos por cierto, o que en las secuencias de acción.
Lo que logra el director es tomar una historia existente, y alejarse de un simple refrito, para darle un enfoque diferente, centrándose en los aspectos dramáticos, y todas las complejidades de la trama. Reeves explora a la perfección a cada personaje y sus conflictos, incluso y hasta en especial, a los simios; y por supuesto, se destaca en la realización, con grandes efectos especiales y ambientaciones fascinantes, para dar la sensación de una ciudad completamente devastada.
En cuanto al plantel actoral, por parte de los humanos, Jason Clark es el que más resalta y también el que más participación tiene. Está muy bien en su personaje, aunque los que más se destacan son los simios. Andy Serkis es César una vez más, y Toby Kebbell es Koba, y ambos logran sobresalir con sus voces y sus expresiones, aunque mucho de esto último tiene que ver con el trabajo de la empresa que se encarga de los efectos especiales, que creó animales que parecen reales.
Es un placer ver una remake de estas características. Hollywood se caracteriza por repetir fórmulas exitosas hasta el hartazgo, produciendo cintas mediocres que entretienen pero que pasan desapercibidas. Esta nueva entrega está lejísimo de aquella remake de Tim Burton, que hasta parecía estar dirigida a un público infantil. Con esta nueva saga se puede encontrar alguna similitud, salvando distancias, con las Batman de Christopher Nolan, en cuanto al objetivo de los directores de centrarse en el aspecto argumental de la cinta, en la realización y en la narración a través de una buena elección de planos, para hacer algo más que una película taquillera.
¿Hay que verla? Sí, vale la pena. “El Planeta de los Simios: Confrontación” es sin dudas el mejor estreno en varias semanas. Entretiene, divierte, atrapa, se disfruta. La historia es genial, y está mejor contada. Hay que verla.