De cada cinco adolescentes, uno manda mensajitos quenchis
Cuando nuestros abuelos tenían 16 años tener un acercamiento sexual se les complicaba bastante. Y ni hablar si eran mujeres, entregarse en la primera cita era condenable. Pero ahora los chicos saben, conocen y sienten el sexo desde mucha más temprana edad. Datito a tener en cuenta: uno de cada cuatro adolescentes intercambia mensajitos subidos de tono.
La sexualidad en la adolescencia es fundamental, importante, intrigante y llena de confusiones. Está comprobado que una buena educación sexual es clave para prevenir embarazos no deseados y muchas enfermedades. Cuando sos pendejo querés gustar, querés agradar y buscás de todas las maneras posibles llamar la atención. Los tiempos cambiaron y desde que sucedieron los años 70 y la revolución sexual movió fichas de la base, ya nada es estático y los roles se mueven rápido.
Los padres de quienes tienen 30 o 40 años, a sus 17 años todavía no entendían bien qué debía pasar cuando el sexo se presentaba. "Yo para tocar una teta tenía que hacer cola. La vecina te dejaba, a veces lo cambiaba por cosas, a veces sólo por diversión. Obviamente que era rápida y todos la querían sólo para eso", dice el nostálgico Norberto. "Si no te sacaba a bailar un pibe, vos no bailabas y te quedabas sentada toda la noche 'planchando'", sostiene Inés.
Esos eran los viejos tiempos. Hoy el escenario es otro. Si sos adolescente y querés coger, tenés las herramientas para, por lo menos, intentarlo. A su vez hay campañas de concientización y fundamentalmente hay internet. Un nuevo estudio publicado en la revista científica Pediatrics, lanza la punta de un dato que puede mostrarnos en dónde están los pibes hoy. El resultado de la investigación sostiene que enviar mensajes eróticos se hizo parte del despertar sexual.
El “sexting” se asocia a la concreción de una relación íntima y eso trae polémica. Porque el sexo y la adolescencia son compañeros peligrosamente inevitables. Pero continuemos con el informe. Según los datos recovados, mandarse mensajitos calientes por Whatsapp se volvió una suerte de primer paso en la vida sexual.
Antes nuestros padres tenían que esperar una eternidad para conocer el olor y el sabor de su pareja, hoy existen las tecnologías que laburan y ayudan a la hora de liberar hormonas y generar oxitocina.
El siguió a 1.000 adolescentes de Southeast, Texas, y se detectó que uno de cada cuatro había enviado mensajes con contenido erótico explícito. Los tiempos corren rápido y sin posibilidad de entender demasiado lo que pasa si nos quedamos atrás. Así que si sos padre y tenés miedo, lo más recomendable es que le hables a tu hijo atolondrado o a tu hija con ganas y le expliques qué es, qué pasa y cuáles son los riesgos y maneras de protegerse. Los mensajes van a continuar sucediendo, te guste o no te guste.