El fondo buitre Elliot, liderado por Paul Singer, fue multado en 16 millones de euros por la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) de Francia, por la utilización de información privilegiada en beneficio propio en la venta de acciones de un concesionario de autopistas en Francia.

La multa millonaria es la más alta impuesta por reguladores franceses contra una firma privada, marcando un antecedente que podrá ser considerado por la Comisión Nacional de Valores  (CNV) Argentina que solició a Estados Unidos investigar si los fondos buitre tenían en su poder seguros contra el default.

"En Francia, los fondos vulneraron las restricciones lógicas que buscan evitar que un agente se beneficie por el acceso a información privilegiada y confidencial", señaló el titular de la Comisión, Alejandro Vanoli.  Y subrayó que los buitres "filtraron datos de un área a otra del mismo grupo".

"Creemos que es un antecedente que refuerza el pedido de información que hicimos a la SEC para identificar a los tenedores de Seguros contra Default", destacó Vanoli.

La historia de la investigación sobre el fraude

En 2005, el gobierno francés decidió privatizar la explotación de las autopistas, por lo cual vendió 70 por ciento de las acciones a un consorcio internacional de empresas denominado Eiffarie el cual estaba compuesto por capitales franceses y australianos.

Luego de un año ese consorcio ya lograba controlar el 81.4 % de la concesión. Cuatro años más tarde Eiffarie y Elliot Advisors (subsidiaria británica de Elliot Management;  a cargo de Gordon Singer, hijo de Paul) acordaron concretar la operación de compra total.  Sin embargo, Paul Singer mientras tanto compraba acciones de la concesionaria para venderlas luego más caras a Eiffare sabiendo que su hijo acordaría con esa empresa.

Según concluyó la investigación francesa, Singer padre utilizó información que no era pública para especular en torno del valor de las acciones del concesionario, obteniendo una ganancia de por lo menos 2,75 millones de euros.