Macri recalcula y se mimetiza con Donald Trump
Los intelectuales no poseen otra cosa que su reputación, los militantes tienen ideales; pero la verdad es que si se ha elevado alguna voz fue la de Beatriz Sarlo, el resto se oye muy bajo, comparado con el estallido de indignación ilustrada estadounidense que enfrenta la “moda” de la “Ceocracia”.
Platón consideraba al oficio mimético como “copia de la copia de la realidad de verdad”. Macri cree que porque Franco Macri y el provienen de la actividad de la construcción, como Donald Trump y su padre, se puede mimetizar.
Que no se equivoque la cuadrilla del ingeniero, el destrato fascista de Trump hacia el pueblo mexicano, no se debe reproducir con peruanos, bolivianos y paraguayos; eso es un dislate, una simplificación digna de la formación intelectual del “mejor equipo de los últimos 50 años”. Trump firma decretos sub humanos, anti inmigrantes musulmanes, si Macri cree que reproducir esa crueldad en la Argentina desde ahora será más fácil, se equivoca.
EE.UU. tiene 330 millones de habitantes y alcanzó el pleno empleo. Si nosotros queremos crecer de verdad, solo tenemos 40 millones de habitantes y necesitamos muchas mas manos que las propias. Independientemente de la xenofobia exteriorizada, ni siquiera es inteligente copiar ese bodrio, cuando como empresario ha manifestado deseos de bajar “el costo laboral”. Es otra contradicción que ya nos pasa desapercibidos, los contrasentidos se han vuelto cotidianos.
Como Trump es el presidente que más Ordenes Ejecutivas ha firmado en su país, ahora Macri hace lo mismo y firma DNU, por ejemplo para el sistema ART.
Macri, Malcorra y Losteau, no renunciaron por jugarse mal con la señora Clinton y Obama. Por eso ahora apremiado por la realidad, el presidente decidió la incorporación del PRO a “la internacional” que lidera el Partido Republicano. Yo llamaría a esto “Convicciones cero”, que me viene de “Pobreza cero”.
Trump y Macri son escamados y estigmatizantes con los inmigrantes, sin embargo Trump se despacha a gusto, Macri pretende disimularlo pésimamente mal.
La diferencia más importante entre Trump y Macri, es que el estadounidense exhibe un cierto patrioterismo, una vuelta hacia las costumbres y el retorno de las industrias a su territorio, más el reconocimiento de una antropología y unos símbolos que lo muestran diferente a Macri.
Es lamentable, pero todo sigue igual desde el siglo XVIII, pasamos de la democracia a la violencia despótica. Lo sugestivo es que la elite opulenta que hoy gobierna en nombre del pueblo norteamericano, empezó enfrentando revueltas multitudinarias. En cambio en la Argentina no hubo movidas, a un año de caída de todos los indicadores económico-sociales. Los sindicatos no aparecen y algún movimiento social, “se comió el amague”, hasta ahora todo se arregló con “la chequera o con una promesa de cheque”.
Trump y Macri, son dos conservadores enancados en un neo populismo de derecha. Macri copia todo lo malo que ve. Trump privilegia el pragmatismo de los negocios por sobre las convicciones políticas e ideológicas partidarias, el PRO no es pragmático, sino vacilante, porque carece de toda creencia guía. Las diferencias entre el Partido Republicano y el PRO son abismales, empezando por la historia.
Macri es sorprendente, es el primer populista de derecha que no ataca al capitalismo globalizante. Distinto el caso de Trump que es violento, y no está desprovisto de argumentos en forma permanente como Macri (tenga o no razón Trump), cuando se enfrenta a Wall Street, los tratados de libre comercio y la globalización de los mercados. Trump les pega, Macri los arrulla porque el delirio de su corazón era “pertenecer, ser aceptado y mimado” por el primer mundo. ¡Hola presidente! - No existe más el primer mundo de 1998.
Frente a nuestros ojos tenemos un personaje real bien estadounidense, y un imitador abstracto, sin suelo. Más allá de una armonía con jerarquía de vínculos y potenciales compadrazgos, ambos podrían conducir sus países al desastre.
La buena noticia es que la ruptura norteamericana y británica de la globalización como trascendente desde lo inapelable de lo global como concepto, ya no implicará una infidelidad en el futuro cercano.
De todos modos y volviendo al comienzo, me pregunto si no habrá llegado la hora de interpelar a los intelectuales y los militantes inmodestos. ¡Por favor, háganse cargo de una vez! -¿Qué quieren escuchar? -¿Quieren que le vaya a preguntar esto a Miguel Del Sel o a Macri?
-¿Como es que la reacción contra la globalización surgió en EE.UU., y la emancipación nacional, popular y progresista nos regresó a la globalización de los mercados, de la cual los “países serios”-según explicaba equivocadamente Macri y toda su troupe-ahora mismo están huyendo?-