El juez neoyorquino Thomas Griesa confirmó su decisión de levantar las medidas cautelares que bloqueaban los pagos a los bonistas que entraron a los canjes, bajo la condición de que el Parlamento derogue la "Ley de Pago Soberano" y la "Ley Cerrojo".

Ahora que el Gobierno argentino acordó con los buitres más duros -mediante un endeudamiento que recuerda a la bicicleta financiera de los 90- Griesa accedió a liberar los fondos que la gestión kirchnerista depositó en tiempo y forma para sus acreedores, pero que habían sido trabados en favor de los fondos más fuertes, el caso de NML y Aurelius. 

"Las circunstancias han cambiado tan significativamente como para volver las órdenes injustas y en detrimento del interés público", indicó el juez sobre la clásula pari passu.

El tribunal de Griesa destacó los acuerdos de principio firmados "con demandantes que representan a la gran mayoría de las reclamos de estas acciones", mientras que contabilizó el total a pagar "a por lo menos USD 6.200 millones, potencialmente la resolución de más del 85% de los créditos de los demandantes".

Con su decisión, el magistrado denegó el pedido buitre de un plazo de 30 días y se abre un periodo de apelaciones de 48 horas, que no es vinculante para esta causa sino para elevarlo a la Cámara de Apelaciones de Nueva York.

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