Hasta 60% de aumento en los productos que ya no están en Precios Cuidados
Las medidas económicas de Macri no solo dispararon los precios, sino que también desmantelaron el programa que había logrado fijar los valores de referencia de ciertos productos. Así, distintos artículos salieron del plan, registrando un fuertísimo impacto en los bolsillos argentinos.
Los Precios Cuidados ya no son tan cuidados. Las políticas económicas de Mauricio Macri y Alfonso Prat Gay dispararon los precios, y además limitaron el programa a una versión menor, con la ausencia de muchísimos productos de primera marca que ya no están dentro del plan.
Estos cambios en el programa ya generan un fuerte impacto en los bolsillos. A la inflación consecuente de la megadevaluación que llevó a cabo este Gobierno, se le sumó que los productos que salieron de Precios Cuidados muestren aumentos de hasta 60 por ciento.
Con la reducción de la cantidad de productos, que se pasó de 500 a 300, aproximadamente, y la salida de primeras marcas, como La Serenísima, algunos artículos de alto consumo en los hogares subieron de forma exponencial.
De esta manera, ya sin las restricciones que implicaba formar parte del acuerdo entre industrias, cadenas de comercio y el Gobierno, Mastellone aumentó un 40 por ciento sus productos lácteos; la cervecería Quilmes, un 60 por ciento; y distintos artículos de limpieza de Unilever, 46 por ciento, tal cual indica un relevamiento del diario Clarín.
De acuerdo con el informe, otros productos que "escaparon" de Precios Cuidados aumentaron un 39 por ciento. Pañales escalaron un 54 por ciento; el papel higiénico, un 30 por ciento; y la lavandina Querubín, según la sucursal, hasta un 90 por ciento.
Además, en la misma nota de Clarín se explica que la carne subió un 77 por ciento, frutas y verduras un 62 por ciento, el pollo un 46 por ciento y los productos de limpieza, en promedio, casi un 40 por ciento.
Mientras el macrismo continúa culpando a “la herencia”, la lista de aumentos resulta interminable, y como para esconder la brutal caída del salario, el presidente y su equipo económico dispusieron ocultar las cifras de inflación al menos durante 8 meses.