La insospechada Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hizo público un dato estadístico preocupante: el consumo de los porteños se desploma y la caída afecta también al rubro alimentos.

El organismo oficial detalla que, en el primer trimestre de 2016, las ventas de alimentos en supermercados disminuyeron 2,2 por ciento en comparación con los primeros tres meses del año pasado.

Del informe también se desprende que las ventas de otros artículos en esos centros de compra cayeron 6,4 por ciento, destacándose el desplome del 15,9 por ciento en la venta de electrodomésticos.

Durante el primer trimestre con Mauricio Macri en el gobierno, también cayó un 5,3 por ciento la venta de teléfonos celulares, mientras que sólo subieron las ventas en restaurantes (0,4 por ciento), comida rápida (5,2 por ciento) y juguetes (2,6 por ciento).